INMASER – INTEGRAL

Miguel Fernández · 23 de diciembre de 2022 a las 16:52

Anoche dejó de funcionar tanto el portero automático como la luz de las zonas comunes del portal.
Hoy por la mañana mi esposa bajó a los trasteros y comprobó que no había luz por lo que tuvo que ayudarse con un encendedor.
A la hora de la comida me llamaron al portero a lo que contesté -Hola, buenas tardes– y la persona que llamó dijo -¿por qué dice que no funciona el telefonillo?-
Mientras trataba de explicarle que había dejado de funcionar por la noche, la comunicación se cortó. Posteriormente descubrí que el portero incluye un temporizador.
Bajé al portal y me encontré a la persona que «me increpó» hablando por el telefonillo con un vecino que corroboró que efectivamente saltaba algún limitador.
Lejos de disculparse por su actitud me llamó maleducado por interpelar a su interlocutor. Probablemente molesto por haber quedado en evidencia ante un tercero.
Posteriormente, simplemente me ignoró y se fue.
Llevo muchos años tratando personal y comercialmente con cientos de personas y juro que jamás me había pasado algo parecido. Es cierto que con anterioridad ya se había dirigido a mí de forma bastante irrespetuosa, pero lo de hoy, ya es el colmo.
Sospecho que esa persona es la propietaria o al menos una de las tres propietarias de la empresa y por ello se permite el lujo de tratar con desprecio a gente que no conoce, pero si yo fuese su jefe, estaría desempleado desde hoy mismo.